REFLEJOS PRIMITIVOS

25.03.2019

¿Alguna vez os habéis fijado que, al montar en bicicleta, giráis mejor hacia un lado que hacia el otro?

Os habrá llamado la atención algún conductor de automóvil que al tomar las curvas no sólo gira el volante, sino que lo acompaña con la cabeza y el cuerpo, como si tumbara conduciendo una moto.

A mí me ocurre que no puedo montar en moto, porque, cuando giro, nunca es suficientemente ancha la calle para completar el giro, no puedo tumbar. Pero yo he descubierto por qué me ocurre y lo estoy trabajando. Tengo un reflejo primitivo no integrado.

Los reflejos primitivos son movimientos estereotipados y automáticos de respuesta a estímulos sensoriales tactiles, vestibulares o kinestésicos. Se controlan desde el tronco del encéfalo o desde el cerebro medio. La actividad motriz del feto en el vientre materno depende de ellos. Estos reflejos se desarrollan durante las primeras etapas del embarazo, deben madurar y finalmente han de ser inhibidos por los ganglios basales e integrados en los patrones del movimiento del niño.

Si el bebé es incapaz de inhibir sus reflejos primitivos en el momento oportuno se retrasará su desarrollo motor y, por consiguiente, se obstaculizará la maduración cerebral.

Un bebé cuyos reflejos primitivos no se han desarrollado correctamente y no han madurado, cuando nace tendrá más dificultades para inhibirlos a su debido tiempo que uno cuyos reflejos están totalmente maduros. Esto ocurre fundamentalmente en los bebés prematuros y en los bebés que nacen por cesárea.

Los bebés prematuros pueden nacer sin haber desarrollado varios reflejos primitivos y la incubadora no es el medio idóneo para recibir estimulación sensorial. Por ello, hoy en día, es muy importante que la madre acompañe al bebé en la unidad de neonatos y le portee en su pecho el mayor tiempo posible, ya que es ahí donde el bebé recibirá información vestibular (mecido), táctil (caricias y calor) y kinestésica (cambio de posición) similar a la que pudiera recibir en el útero y propiciará la maduración y la integración de reflejos primitivos, mejorará el tono muscular y ayudará a conectar los diferentes niveles del cerebro.

Os muestro otro ejemplo muy curioso: El reflejo espinal galant ayuda al feto a salir por el canal del parto. El reflejo se activa con presión a ambos lados de la columna y su respuesta es contornearse hacia el lado que siente presión. De este modo, las contracciones uterinas del parto presionan la espalda del feto y le hacen culebrear para deslizarse por el canal. Este reflejo aparece alrededor de las veinte semanas de gestación. Debería madurar e integrarse entre los tres y nueve meses después del nacimiento. Es importante en el feto para la conducción de las vibraciones a lo largo del cuerpo y para el desarrollo de su sistema vestibular. Si no se integra, no se desarrollará el reflejo anfibio, lo que causará debilidad en la parte baja del cuerpo y tensiones en las piernas.

Los niños con un reflejo espinal galant activo pueden ser movidos e hiperactivos, no soportan la ropa ajustada, pueden padecer enuresis; si el reflejo está activo sólo en un lado puede causar escoliosis. Los niños mayores con este reflejo activo aprenden a fijar la columna lumbar y les puede causar problemas de espalda de adultos. La fijación y rigidez de columna a este nivel perjudica la cooperación entre la parte superior e inferior del cuerpo y puede causar problemas emocionales. Los adultos pueden tener dolor en la parte baja de la espalda o rotación de cadera.

Y las personas que andan con los pies como Chaplin ¿tendrán algún reflejo primitivo no integrado? Os lo cuento en mi próximo encuentro.

Montserrat Revuelta. Logopeda. Perito logopeda.Terapeuta de reflejos primitivos.